Por la mañana lo primero que hicimos fue el equipaje y dejarlo a la entrada en el lobby con todos los demás y nos dirigimos al centro de recepción donde solicitamos la habitación de cortesía que te deja el hotel para que puedas ducharte y cambiarte antes de coger el bus.
Nuestras ultimas horas en la Riviera fueron más de lo mismo que el día anterior comer, beber y bañarnos en la playa y la piscina además de alimentar a los simpáticos Koati de los que nos acordamos por la mañana y les guardamos un plátano del desayuno, con tan mala suerte que no les gustaba lo que querían es comerse nuestras patatas fritas, el simpático animalillo nos seguía a todos lados, si nos metíamos en algún sitio esperaba fuera hasta que nos fuimos a la zona de la piscina donde ellos no pueden entrar pero este se coló, toda una odisea.
Una vez pasada la mañana y comidos disfrutamos de la habitación de cortesía durante 30 minutos, lo justo para darte una ducha y poco más.
El autobús llego con un poco de retraso pero nos dio tiempo de sobra, al llegar al aeropuerto nos tocó hacer bastante cola para facturar, antes de llegar al mostrador de facturación había una señorita que nos recogía los 55 euros de tasa para poder salir del país.
El avión salió con un poco de retraso y nos iban llamando por filas para agilizar el despegue. La vuelta se nos hizo bastante corta, vamos nos pasamos el viaje entero durmiendo, nos despertaban para las horas de las comidas y luego nos despertamos al aterrizar por los aplausos de la gente. Nos dieron una cena caliente y un desayuno frío.
Acabamos de llegar y ya echamos de menos la Riviera, el buen tiempo, la playa… antes o después seguro que repetimos un viaje de este estilo.
Esperamos que nuestra experiencia os haya servido de ayuda.
Ir al índice de la Riviera Maya 2014
No hay comentarios :
Publicar un comentario