jueves, 9 de julio de 2015

De ruta por la provincia de León: Cola de Caballo, Valdeteja y Faedo

Más de dos años viviendo en León y la verdad es que no hemos hecho nada de turismo por la provincia. Entre el trabajo, el ir de un lado a otro solo nos ha dado tiempo a céntranos en la ciudad y en las tapas.

Nuestra última semana en León fue bastante intensa y por fin salimos fuera de la ciudad y la verdad es que nos gustaron mucho sus paisajes, lástima que no tuvéramos tiempo antes.

Lo primero que visitamos fue la cascada de Nocedo o Valdorria, conocida como la Cola de Caballo que se encuentra a unos 5 km de La Vecilla. Le encontramos porque íbamos acompañados (llevamos unos buenos guías, gracias a ellos conocimos esta zona) que si no todavía estaríamos buscándola ya que no hay ninguna señal que lo indique. Aparcamos en un pequeño espacio en un lateral de la carretera. La cascada está oculta, así que seguimos un camino hecho con una pasarela metálica, luego cruzamos  al otro lado del río por otra pasarela, pasamos por alguna que otra piedra para volver a coger otra pasarela que nos llevó al otro lado y por fin apareció ante nuestros ojos esta preciosa cola de caballo que salpicaba los alrededores.



Una vez visitado esto nos montamos en el coche para seguir visitando un poco la zona, desde el coche y haciendo alguna parada pudimos ver las hoces de Valdeteja y el impresionante paisaje que hay a su alrededor.


Nos dirigimos a Valdeteja, al bar Anabel. En su interior hay fotos de Viggo Mortesen firmadas, ya que el actor suele ir todos los años a pasar unos días por esta zona. Aprovechamos para tomar unas sidras y comer, en el restaurante siempre encontrarás embutido, pero si quieres disfrutar de la tortilla es mejor que hagas reserva o la encargues ya que son por encargo. Están buenísimas y el sitio merece mucho la pena para estar tranquilamente tomando algo.




Una vez que cogimos fuerzas, nos dirigimos a Ciñera, y de camino fuimos viendo las hoces de Vegacervera.
En Ciñera fuimos a visitar Faedo. Está prohibido llegar en coche hasta la bocamina, antes se podía pero como es un camino muy estrecho en el que solo entra un coche, la circulación se hace imposible, si quieres ahorrarte el paseo de Ciñera hasta la bocamina, que es 1 km andando, puedes arriesgarte asumiendo que la guardia civil te puede multar y que te puedes encontrar con algún otro vehículo que se pasara la prohibición por alto, o que venga de su finca o con un tractor que venga de cosechar, ... en nuestro caso hicimos lo que no se debe hacer, pero es que hacía mucho calor, con tan mala suerte que nos encontramos de frente con un tractor con remolque y nos tocó hacer milagros para que pudiera pasar, y además por suerte nos libramos de la multa. Dejamos el coche en la explanada de la bocamina, la cual actualmente se encuentra cerrada pero conserva enseres y una virgen.

Antes de llegar al Hayedo hay un merendero, así que puedes llevar la comida y comer allí antes o después de la ruta. En 2007 Faedo recibió el premio del bosque mejor cuidado de España. Empiezas a caminar y cuando cruzas un pequeño puente ya estás en el bosque de hayas. Han puesto una plataforma de madera para que vayas sobre ella y así no pises el camino. Es una zona muy bonita, lástima que la cámara que llevábamos estaba mal y no pudo hacer unas fotos que hagan justicia al bosque.




En este bosque se encuentra un haya que tiene mas de 500 años llamada Fagus, catalogada entre los 100 árboles más singulares de España.


Continuamos el camino para dirigirnos a Foz del Villar por un camino más abrupto, por el cual tenías que tener más cuidado ya que te podías resbalar, para llegar a una zona con majestuosas paredes verticales por las que pasabas usando una pasarela ya que debajo hay un rio. Antiguamente por estos caminos iban los mineros a trabajar y luego sus mujeres recorrían el mismo camino en invierno para abrirles paso y que luego pudieran volver a casa.


Una vez pasado el puente de madera encontramos los Pozones o Marmitas de gigante, que son una serie de formaciones casi circulares que han sido talladas por el agua en la roca caliza. Por suerte corría el agua y aprovechamos para enfriar un poco los pies antes de emprender el viaje de vuelta al coche.


El trayecto de la bocamina hasta las marmitas de gigante es de 0.74 km, unos 22 minutos.


Haciéndolo desde el pueblo sin meter el coche, la ruta de ida y vuelta seria de 3.25 km aproximadamente.

Como estábamos cansados del calor que había hecho este día nos fuimos a tomar unas sidras a Huergas de Gordon donde pudimos ver una antigua maquina de discos todavía en funcionamiento. Y de allí vuelta a León para seguir disfrutando del tapeo.


Os recomendamos que si tenéis niños visitéis Faedo, les va a parecer un lugar muy llamativo.


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